Consideraciones a saber sobre estudios biblicos

El bautismo en el Espíritu Santo no es una experiencia del pasado, sino una sinceridad presente para todo creyente que anhele más de Dios. Es un llamado a estar en dependencia del Espíritu, a inquirir Su llenura diariamente y a profesar los dones que Él ha cubo para la extensión del Reino.

Regalo de dones espirituales: otorga dones espirituales a los creyentes para que los utilicen en la edificación de la iglesia y la extensión del reino de Dios.

En cambio, simplemente es restaurado a un estado justificado y otra ocasión tiene derecho de heredar la vida eterna como un hijo obediente de Alá.

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Los 120 en el Día de Pentecostés tuvieron que esperar de siete a diez díGanador por el primer derramamiento, pero desde esa vencimiento, todos se han gozado de la plena arbitrio de recibirlo.

Lucas grabó suficiente para establecer un precedente para cada situación para que no fuera necesario anotar cada otro caso o describir otras conversiones en detalle.

La diferencia principal entre el fruto del Espíritu y las obras de la carne es que el fruto del Espíritu edifica al hombre, bendice a quienes lo rodean y.

El Espíritu Santo muestra la verdad y guía al creyente en Altísimo. En momentos de dudas, es bueno detenerse a agenciárselas la presencia de Alá leyendo su Palabra y escuchando lo que su Espíritu dice a nuestro corazón. El Espíritu Santo siempre nos Orientador conforme a la verdad del evangelio.

No debemos perder el significado de la expresión en el tiempo pasado “fuimos bautizados.” No existe una estado de corona donde una persona es salva pero no es parte del cuerpo de Cristo.

Otros que recibieron el bautismo del Espíritu Santo mantenían que la santificación es un proceso continuo a lo grande de la vida cristiana, y entonces clasificaban el bautismo del Espíritu Santo o como una segunda obra de Agudeza o como una parte de la conversión misma.

El Espíritu Santo nos hace valientes y nos da un inclinación distinto por los que bautismo del espiritu todavía no conocen a Altísimo. Con el poder del Espíritu Santo amamos a los demás y les mostramos el Satisfacción que trae estar en paz con Jehová.

Vida de Certidumbre. El Espíritu Santo con su gracia es el "primero" que nos despierta en la Convicción y nos inicia en la vida nueva. El es quien nos precede y despierta en nosotros la Convicción. Sin bloqueo, es el "último" en la revelación de las personas de la Santísima Trinidad.

El Espíritu Santo nos quita el temor a lo que los demás digan o piensen sobre nosotros. Él nos da poder para aventajar nuestros temores y nos ayuda a sufrir el amor y la Palabra de Jehová a todos los que nos rodean.

Esta frase aparece en Hechos como el equivalente de “aguado con el Espíritu Santo” y ambas describen la experiencia primero de cobrar el Espíritu de Alá para morar en la vida de singular, es decir, el bautismo del Espíritu Santo.